El sector forestal gallego investigará nuevas variedades genéticas de pino resistentes a la plaga
El sector forestal gallego plantará cara a la plaga del nemátodo del pino en el monte y en los laboratorios. La industria maderera, que hoy se reunirá en Santiago con la Xunta para abordar el brote de As Neves, colaborará con las administraciones autonómica y española para atajar la plaga del temido "gusano del pino" e impulsará la investigación de variedades genéticas de pino resistentes a esta enfermedad, siguiendo los pasos que ya han dado otros países afectados como Japón.
La voz de alarma en el sector saltó el pasado viernes, cuando la Consellería de Medio Rural confirmó un foco de nemátodo de la madera del pino en dos parroquias limítrofes de As Neves con Salvaterra de Miño, muy cerca de la frontera portuguesa. Este gusano microscópico, que entró en Portugal en 1999 en la zona de Setúbal, ha colonizado buena parte del territorio luso (como se observa en el gráfico), generando pérdidas millonarias a la industria maderera y obligando a la Unión Europea a decretar la cuarentena nacional.
El positivo en As Neves, confirmado por la estación fitopatológica de Areeiro, en Pontevedra, obligó a la Xunta a desplegar un dispositivo de seguridad en torno al árbol afectado y a comunicar la aparición del insecto al Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Medio Marina, cuyos técnicos mantuvieron ayer una reunión en Santiago para concretar las actuaciones sobre la plaga. En principio, la Xunta talará todas las especies sensibles al nemátodo en un área de 1.500 metros alrededor del árbol enfermo, y ha prohibido el transporte y las cortas en un radio de 20 kilómetros a la redonda del brote.
La industria maderera colaborará con la Xunta en la lucha contra el "gusano del pino". Además de por la erradicación de la zona afectada, el sector apuesta por investigar las variedades genéticas del pino más resistentes a esta enfermedad, aprovechando los distintos apartamentos de las universidades gallegas. "Tenemos que ponernos las pilas en esto. En 2000 la plaga llegó a Portugal, y ahora la pelota está en nuestro tejado", admite Juan Picos, profesor de la Universidad de Vigo (Forestales) y gerente de la Asociación Galega Monte Industria, que representa a las mayores empresas de transformación de la madera de la comunidad.
Según explica Picos, se trata de un problema serio: "El nemátodo apareció en Japón a principios del siglo pasado y aún hoy sigue generando importantes pérdidas: de 1,3 millones de metros cúbicos de madera al año". En la lucha contra la plaga, el país del sol naciente inició en 1975 inició una serie de investigaciones de mejora genética de sus especies de pino que han permitido la obtención de 204 clones de la variedad Pinus desinflora y 90 de Pinus thunbergii, las más comunes en los montes del archipiélago.
El nemátodo del pino (Bursaphelenchus xylophilus) es una enfermedad mortal para el pino, que comienza a manifestarse con un amarilleamiento y posterior seca de las hojas del tercio superior del árbol. "Es lo que denominamos fogonazo, o en inglés, flash, pero no todos los árboles a los que se sucede esto tienen el nemátodo", matiza Juan Picos, que en la escuela técnica de forestales se encarga del área de silvicultura.
Insecto vector
Para transmitirse de un árbol a otro, el nemátodo del pino precisa de lo que se denomina un vector, un agente transmisor, que en este caso es un escarabajo cerambícido. Este insecto apenas puede desplazarse unos 3 kilómetros en edad adulta, por lo que el mayor peligro para la propagación de la enfermedad lo constituyen los movimientos comerciales de la madera.
La principal época en la que se transmite la enfermedad es en verano, cuando el insecto vector está más activo, por lo que el sector maderero asegura que las bajas temperaturas del invierno les ayudarán a atajar con más efectividad el brote en As Neves.
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