¿Por qué no arde el monte? Humedad, conciencia y un poco de desbroce
La principal razón por la que no ha habido incendios es la más obvia: hemos vivido un invierno y una primavera especialmente lluviosos La principal razón que esgrimen los agentes que trabajan en el monte es la más obvia: hemos vivido un invierno y una primavera especialmente lluviosos. La consecuencia es un aumento de la humedad en la biomasa que puebla el monte. El combustible está más húmedo. Y no solo eso, las lluvias que se han ido produciendo este verano, especialmente en el mes de julio, han contribuido a mantener ese nivel de humedad o, al menos, a que la biomasa no se resecara más de la cuenta. Es verdad que ha habido pocos incendios , pero también que los que se han producido no han prosperado, en buena medida porque la humedad del terreno ha frenado su propagación. Claro que las condiciones no son iguales en toda Galicia: «Aquí está listo para empezar a arder», apunta un guardia que trabaja en el sur de Lugo. Sin embargo, en general, el ambiente aún no