Diseñan un revolucionario gel para frenar los incendios forestales
Un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford ha
probado con éxito un fluido viscoelástico que, rociado sobre la vegetación,
frena el fuego sin contaminar el ambiente y tarda meses en degradarse
El próximo verano las autoridades de California podrían
rociar sus bosques desde el aire con un nuevo gel retardante que los protege
del fuego pero no los contamina. El nuevo material ha sido diseñado por
investigadores de la Universidad de Stanford y probado con éxito por el
Departamento de Protección Forestal y contra Incendios de California (CalFire),
quienes creen que podría reducir el elevado número de fuegos que en los últimos
años azota al estado.
El nuevo material es un líquido viscoelástico desarrollado
por el equipo de Eric Appel, quienes presentan el resultado de las pruebas este
lunes en la revista PNAS. Los autores han probado el gel en distintos terrenos
y aseguran que frena la extensión del fuego y sigue aferrado a la vegetación
incluso después de intensas lluvias, lo que lo diferencia de otros retardantes
en el mercado. “Esto tiene el potencial para hacer que la lucha contra los
incendios en espacios naturales sea mucho más proactiva en lugar de reactiva”, asegura
Appel. “Lo que hacemos ahora es monitorizar zonas propensas al fuego y esperar
con el alma en vilo a que los fuegos empiecen y luego cerrar para apagarlos”.
“No tenemos una herramienta comparable a esta”, asegura el jefe de bomberos que lo ha probado
En los últimos años, el aumento de la temperatura media ha
hecho que los incendios azoten a California con especial virulencia, con costes
que superaron los 3.000 millones de dólares en 2018. La inmensa mayoría de
incendios son por causa humana y muchos tienen lugar en los puntos calientes,
como las zonas adyacentes a las carreteras y las líneas eléctricas de más
difícil acceso. Los autores del trabajo aseguran que rociar estas zonas
críticas con este gel podría mejorar la lucha contra estos desastres, pero
hasta ahora los retardantes que duraran y no contaminaran no estaban
disponibles.
Los materiales desarrollados hasta ahora, que los bomberos
utilizan en algunas ocasiones, suelen estar hechos de polímeros
superabsorbentes de acción a corto plazo, pues pierden su efectividad cuando se
evapora el agua que contienen. El retardante más utilizado contiene fosfato de
amonio, pero se adhiere a la vegetación durante muy poco tiempo, por lo que no
se puede utilizar de modo preventivo. El nuevo gel desarrollado en Stanford
soporta condiciones extremas de viento, lluvia y una exposición ambiental muy
prolongada. Según los bomberos de California que lo han puesto a prueba, el
retardante sigue haciendo efecto incluso después de lluvias de varios
centímetros por metro cuadrado. “No tenemos una herramienta comparable a esta”,
asegura Alan Peters, jefe de la división CalFire en San Luis Obispo que ha
monitorizado las pruebas. “Tiene el potencial de reducir definitivamente el
número de incendios”.
La otra gran ventaja es, sin duda, su falta de toxicidad,
que permite rociarlo desde aviones, como se suele hacer con otros productos en
agricultura, y proteger el terreno durante meses sin que el ecosistema sufra
ninguna alteración por su presencia. “Esperamos que estos nuevos materiales
puedan abrir la puerta a identificar y tratar áreas de gran riesgo y proteger
la vida de la gente y sus hogares”, concluye Appel.
Fuente: Vozpopuli
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