Productivismo y abandono, las dos caras de la evolución del monte en Galicia
Las plantaciones de eucalipto se han extendido hacia zonas del interior de Lugo en los últimos años. En la imagen, plantación en Baralla, entre un prado y un área de frondosas. |
Dos investigadores de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería han analizado la transición forestal experimentada en la comunidad desde los años 60. El proceso se caracterizó por la expansión del arbolado, por la especialización productiva del Eje Atlántico y de la costa norte gallega, y por el abandono del interior
¿Cómo cambió el monte gallego en el último medio siglo? Dos investigadores de la Universidad de Santiago, Eduardo Corbelle y José María Tubío, ambos de la Escuela Politécnica Superior de Lugo, han analizado la evolución del arbolado en la comunidad desde el año 1966 hasta el 2009, tomando los datos de los sucesivos inventarios forestales. Las conclusiones de su trabajo revelan un aumento de la superficie arbolada de un 45%, así como una especialización de parte del territorio en la producción de madera, en tanto el resto del monte gallego quedó con una escasa gestión y aprovechamiento económico.
En Galicia, igual que sucedió en la mayor parte de los países industrializados, se produjo una expansión del arbolado a lo largo del siglo XX, poniendo fin a la deforestación característica de siglos anteriores. Esa evolución, conocida con el nombre de ‘transición forestal’, queda clara en las cifras de los sucesivos inventarios forestales. En 1966, Galicia tenía 974.000 hectáreas arboladas, en tanto en el último inventario realizado, en el 2009, el dato de arbolado era de 1.416.000 hectáreas, un 45% más.
Especializaciones productivas comarcales
El proceso de aumento de las masas forestales se desarrolló en Galicia de una manera desigual y por distintos motivos. El análisis realizado por Eduardo Corbelle y José María Tubío identifica tres grandes grupos de municipios. Cada grupo muestra una evolución distinta de la superficie arbolada y, sobre todo, de su composición.
El Grupo 1 (en blanco en el mapa), aglutina principalmente a ayuntamientos del Eje Atlántico en los que las coníferas representan la mayor parte del terreno arbolado. Esa superficie de pinos, que era del 48% en estos municipios en 1966, descendió hasta un 22% de la superficie total en el 2009, pero los pinos continuaban siendo entonces la principal especie. Existía también en esa fecha otro 10% de la superficie de masas mezcladas de coníferas y eucaliptos, y un 9% de eucaliptos.
El grupo en el que mayor fue la variación del arbolado es el Grupo 3 (en oscuro en el mapa), que concentra principalmente a ayuntamientos de la Mariña lucense y del entorno de la factoría de Ence en Pontevedra. Si en el 1966, las coníferas representaban también su principal especie, esa situación ya había cambiado en el 2009, con un 38% de la superficie total plantada con eucalipto, que se convertió en la masa dominante.
En ambos grupos de municipios, la superficie de frondosas es residual, no superando el 6%.
Los ayuntamientos del interior gallego, englobados en el Grupo 2, muestran en cambio una evolución muy diferente. La situación en 1966 muestra una coexistencia de las masas de coníferas (14% de la superficie total) y de las frondosas caducifolias (8% de la superficie total), pero con el paso del tiempo esa situación se decantó a favor de las frondosas caducifolias, hasta ocupar el 20% de la superficie total en el 2009. La presencia de eucaliptos continuaba siendo muy reducida en el 2009 en estos municipios, no superando el 3% de la superficie total.
Evolución de población y explotaciones agrarias
El estudio de los investigadores de la USC, publicado recientemente en una revista científica, analizó factores a tener en cuenta que se desarrollaron en paralelo a los cambios en el monte. Si se valora la población presente en cada grupo de ayuntamientos, se ve que los municipios de los grupos 1 y 3 (Eje Atlántico y costa norte) aumentaron la población, en tanto los del grupo 2 (interior gallego) redujeron su censo. En la evolución de las explotaciones agrarias, no se apreciaron diferencias significativas en los tres grupos.
Demanda maderera de Ence
La transición forestal experimentada en Galicia se explica por diversos factores. En las áreas litorales, las demandas de la industria maderera, que precisaba una mayor producción, parecen haber sido el principal motor de cambio. De acuerdo con esto, las masas forestales del Eje Atlántico y de la costa norte están dominadas por las especies de mayor demanda por la industria, eucalipto y pino.
Los autores destacan que existe una clara correspondencia espacial y temporal entre las necesidades de la industria papelera y la evolución de las masas. Esta situación es observable en las cercanías de las dos factorías de Ence, la de Pontevedra, y la del occidente asturiano, en Navia, que se abastece de las plantaciones de la Mariña lucense.
Interior gallego
Frente a las demandas de madera en las zonas costeras, aptas para el eucalipto, la situación del interior gallego es bien diferente. La explicación de la evolución del monte en las comarcas del interior hay que buscarla en un desarrollo económico asociado al abandono de las actividades agrarias y a procesos de revegetación espontánea, con masas de nueva aparición compuestas sobre todo por frondosas caducifolias (robles, rebollos, abedules, etc.), con escaso uso industrial.
Políticas europeas
Otro factor a tener en cuenta en todo el territorio gallego es el de las políticas de Estado, asociadas a las políticas europeas de reestructuración del sector agrario. Su influencia es claramente apreciable en el periodo 1989-1999, tras la entrada de España en la UE y coincidiendo con la aplicación del sistema de cuotas lácteas. Políticas como las limitaciones productivas, los apoyos al cese anticipado de la actividad agraria o las ayudas para reforestar tierras agrarias liberaron tierras que contribuyeron a potenciar la reforestación en toda la comunidad.
En todo el periodo 1966-2009, la década de los noventa es con claridad en la que mayor aumento de la superficie forestal se produce. Solo en esa década, el arbolado aumentó en 300.000 hectáreas, a un ritmo de 30.000 hectáreas año.
Fuente: http://www.campogalego.com/
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