Antonio de María Angulo Presidente de Silvanus

El monte gallego es uno de los mayores potenciales de nuestra comunidad y su gestión sostenible podría favorecer un mejor y más amplio aprovechamiento forestal que repercutiese de forma positiva en el sector

Antonio de María Angulo, presidente de la Asociación Profesional de Selvicultores (Silvanus), nos aproxima a la realidad de esta actividad.

¿Estamos muy lejos de un aprovechamiento razonable en cuanto a rentabilidad económica y ecológica del monte?

Hemos recorrido un largo tramo desde hace tiempo. Nos queda mucho por hacer y, evidentemente, tenemos el problema de que la potencialidad del monte es una ventaja pero también una desventaja.

Nuestros montes crecen mucho, producen mucho, se reproducen muy rápido frente a las adversidades pero a la vez tienen unos factores externos e intrínsecos a la propia naturaleza que hacen que no se estén aprovechando de la forma que debería.

¿Cuáles son los objetivos y las vías de trabajo de Silvanus?

Básicamente, se crea como una asociación de propietarios preocupados por el tratamiento del monte en el sentido del aprovechamiento económico compatibilizado con otras cuestiones como las ecológicas, sociales y el papel que desempeña el espacio forestal en el conjunto de la sociedad. Empezamos también con la profesionalización, es decir, todo lo que es el aprovechamiento económico, la gestión del monte, requiere unos conocimientos técnicos, nuevas técnicas, cuidados, conservación… esto es lo que se trataba de hacer desde el principio de la asociación.

El aprovechamiento de la biomasa se presentaba en Galicia hace unos años como una oportunidad única, ¿cuál es la situación actual?

Desde hace mucho tiempo los gallegos utilizaban el monte para juntar leña para sus hogares, es decir, que el aprovechamiento como biocombustible lo utilizábamos ya hace muchos años. Lo que pasa hoy, es que todavía no tenemos una estructuración. Para nosotros es bastante sencilla la explotación del monte. El monte tiene que dar árboles que produzcan madera de calidad pero también va dando otros árboles de menor calidad que pueden dedicarse a trituración u otro tipo de usos y, a la vez, las limpiezas producen unos restos que son la biomasa. Nosotros tenemos muy claras esas tres categorías y pensamos que todo el potencial que puede dar ese tipo de producciones debería de aprovecharse. La biomasa se ha convertido en una nueva estrella entre las energías renovables y las industrias un poco potentes que van a utilizar ese combustible monopolizan lo que es el aprovechamiento de esa biomasa.

Algunas iniciativas estelares previstas para Galicia derivaron en proyectos inconclusos, ¿qué es lo que falla?

Tenemos ejemplos muy claros en Austria, Finlandia y otros países del aprovechamiento de la biomasa. No hay que buscar tanto la producción eléctrica con biomasa con grandes centrales sino que en esos países se hacen grupos reducidos que comparten una máquina pequeña para limpiar las fincas, recoger los restos y utilizarlos en sistemas de caldera más sencillos en sus propios hogares e instalaciones.

Hay mucho recorrido y muchas posibilidades. Los pellets tienen un mercado diferente de lo que puede ser la propia biomasa sin transformar.

Hay una gran capacidad y potencial pero la retirada del matorral de los montes gallegos tiene unos costes, unos problemas y una logística que, si no miramos los beneficios que reporta la biomasa desde el punto de vista de limpieza del monte, riesgo de incendios, etc… es imposible que sea rentable. Y si a eso sumamos los costes de transporte seguramente estamos fallando en esa logística y en esa estructura.

 

Fuente: http://www.elcorreogallego.es