Hasta 22 firmas interesadas en montar plantas de biomasa en Galicia
Un total de 22 empresas han elegido Galicia para instalar una central de biomasa forestal para la generación de energía eléctrica.
Se trata de las compañías que han presentado sus proyectos a la Xunta y que ahora están subsanando los errores que contenían para poder hacerse con una autorización para la puesta en marcha de la central.
Excluídas por falta de documentación
En tres meses, la Consellería de Economía recibió 48 proyectos de estas empresas. Una vez analizadas las solicitudes presentadas, la Xunta decidió excluirlas a todas del proceso de forma provisional, ya que ninguna cumplía con los tres requisitos marcados para lograr el permiso: acreditar la capacidad legal del proyecto, su capacidad técnica y la viabilidad económica.
Además, se añadieron otras dos variables que engloban a las compañías que presentaron un anteproyecto o un plan empresarial de aprovechamiento de la biomasa incompletos. Las compañías tienen un plazo de diez días para que puedan aportar la documentación solicitada. Si pasado ese tiempo no lo hacen, el Ejecutivo dará por desestimadas las peticiones.
Las solicitudes presentadas se corresponden con un decreto aprobado hace un año por el bipartito, que regula la autorización de las instalaciones eléctricas a partir de la valorización energética de la biomasa forestal. En ese momento, Galicia se convertía en la primera comunidad en regular este tipo de aprovechamiento energético, ya que antes estaba regido por la normativa estatal.
Hasta 80 MW procedentes de la biomasa
La orden nació con el objetivo de instalar entre los años 2008 y 2012 un máximo de 80 megavatios (MW) eléctricos a partir de la biomasa. El texto recogía, además, que la potencia máxima para cada una de las plantas sería de 10 megavatios, por lo que estaba previsto autorizar un total de ocho en toda la comunidad.
De los 48 proyectos recibidos por Economía, sólo dos superaban los 10 megavatios máximos de potencia fijados. Se trata de las dos propuestas de la empresa Energa: uno para Foz, para el que solicitaba 27 megavatios, y otro para la zona de O Porriño- Ponteareas, para el que pedía 18 MW. Los dos proyectos se quedaban muy lejos del requisito fijado, e incumplen, además, las cinco causas de exclusión.
Una de las empresas que más autorizaciones para centrales de biomasa reclamó fue Norvento —participada por la familia Fernández Castro y Caixa Galicia—, que presentó cinco proyectos para ubicar en polígonos industriales de Curtis, Mondoñedo, Monforte, Ordes y Ponte Caldelas. Los cinco tenían una potencia de 5 megavatios y fueron rechazados de forma provisional por faltarle documentación.
Unión Fenosa también se presentó al concurso con tres proyectos de plantas de biomasa, pensados para las zonas de Curtis, Begonte y Mazaricos. Los tres fueron provisionalmente excluidos por presentar un anteproyecto y un plan empresarial de aprovechamiento de la biomasa forestal incompletos.
En la relación de proyectos excluidos por el departamento de Javier Guerra se incluyen tres del grupo empresarial Ence. Uno de ellos, de 10 megavatios de potencia, planteaba la instalación de una central de biomasa en el complejo industrial que la compañía tiene en el entorno de la ría de Pontevedra. Esta central fue rechazada por la Xunta, ya que presentaba un anteproyecto y un plan empresarial de aprovechamiento de la biomasa incompletos.
Los otros dos proyectos de Ence eran para polígonos industriales de Curtis y As Pontes. Los dos tenían una potencia de 10 megavatios y fueron rechazados en un primer momento por estar incompletos. Se da la circunstancia de que al menos cuatro de las empresas que están interesadas en construir centrales de biomasa en Galicia también participaron en el concurso eólico adjudicado por el bipartito.
Con todo, fuentes de la Consellería de Economía puntualizan que el plan de desarrollo de la biomasa no está paralizado, sino que el rechazo de los proyectos es sólo un trámite administrativo.
Fuente: http://www.galiciae.com/
Se trata de las compañías que han presentado sus proyectos a la Xunta y que ahora están subsanando los errores que contenían para poder hacerse con una autorización para la puesta en marcha de la central.
Excluídas por falta de documentación
En tres meses, la Consellería de Economía recibió 48 proyectos de estas empresas. Una vez analizadas las solicitudes presentadas, la Xunta decidió excluirlas a todas del proceso de forma provisional, ya que ninguna cumplía con los tres requisitos marcados para lograr el permiso: acreditar la capacidad legal del proyecto, su capacidad técnica y la viabilidad económica.
Además, se añadieron otras dos variables que engloban a las compañías que presentaron un anteproyecto o un plan empresarial de aprovechamiento de la biomasa incompletos. Las compañías tienen un plazo de diez días para que puedan aportar la documentación solicitada. Si pasado ese tiempo no lo hacen, el Ejecutivo dará por desestimadas las peticiones.
Las solicitudes presentadas se corresponden con un decreto aprobado hace un año por el bipartito, que regula la autorización de las instalaciones eléctricas a partir de la valorización energética de la biomasa forestal. En ese momento, Galicia se convertía en la primera comunidad en regular este tipo de aprovechamiento energético, ya que antes estaba regido por la normativa estatal.
Hasta 80 MW procedentes de la biomasa
La orden nació con el objetivo de instalar entre los años 2008 y 2012 un máximo de 80 megavatios (MW) eléctricos a partir de la biomasa. El texto recogía, además, que la potencia máxima para cada una de las plantas sería de 10 megavatios, por lo que estaba previsto autorizar un total de ocho en toda la comunidad.
De los 48 proyectos recibidos por Economía, sólo dos superaban los 10 megavatios máximos de potencia fijados. Se trata de las dos propuestas de la empresa Energa: uno para Foz, para el que solicitaba 27 megavatios, y otro para la zona de O Porriño- Ponteareas, para el que pedía 18 MW. Los dos proyectos se quedaban muy lejos del requisito fijado, e incumplen, además, las cinco causas de exclusión.
Una de las empresas que más autorizaciones para centrales de biomasa reclamó fue Norvento —participada por la familia Fernández Castro y Caixa Galicia—, que presentó cinco proyectos para ubicar en polígonos industriales de Curtis, Mondoñedo, Monforte, Ordes y Ponte Caldelas. Los cinco tenían una potencia de 5 megavatios y fueron rechazados de forma provisional por faltarle documentación.
Unión Fenosa también se presentó al concurso con tres proyectos de plantas de biomasa, pensados para las zonas de Curtis, Begonte y Mazaricos. Los tres fueron provisionalmente excluidos por presentar un anteproyecto y un plan empresarial de aprovechamiento de la biomasa forestal incompletos.
En la relación de proyectos excluidos por el departamento de Javier Guerra se incluyen tres del grupo empresarial Ence. Uno de ellos, de 10 megavatios de potencia, planteaba la instalación de una central de biomasa en el complejo industrial que la compañía tiene en el entorno de la ría de Pontevedra. Esta central fue rechazada por la Xunta, ya que presentaba un anteproyecto y un plan empresarial de aprovechamiento de la biomasa incompletos.
Los otros dos proyectos de Ence eran para polígonos industriales de Curtis y As Pontes. Los dos tenían una potencia de 10 megavatios y fueron rechazados en un primer momento por estar incompletos. Se da la circunstancia de que al menos cuatro de las empresas que están interesadas en construir centrales de biomasa en Galicia también participaron en el concurso eólico adjudicado por el bipartito.
Con todo, fuentes de la Consellería de Economía puntualizan que el plan de desarrollo de la biomasa no está paralizado, sino que el rechazo de los proyectos es sólo un trámite administrativo.
Fuente: http://www.galiciae.com/
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