Julio, el mejor mes para limpiar el monte
Expertos discrepan sobre si es conveniente prolongar las labores preventivas durante la campaña de máximo riesgo pero coinciden en que cuanto antes se desbroce, mejor
La crisis y una primavera más lluviosa de lo habitual han ralentizado los trabajos de limpieza y prevención de incendios en muchos municipios gallegos. ¿Pero cuál es la época idónea para acometer estas labores? Los expertos señalan que las circunstancias meteorológicas y las particularidades de cada zona pueden hacer variar la respuesta aunque el mes de julio parece ser el ideal para las labores preventivas porque el material vegetal ya ha dejado de crecer, empieza a perder vigor y tras cortarlo, no hay riesgo de rebrote.
Los 209 concellos que se han acogido este año a las ayudas de la Xunta para limpieza de vías y fincas tendrán hasta el 30 de septiembre para completar estos trabajos, un plazo que no están obligados a agotar pero que hará que este verano brigadas de limpieza y de extinción trabajen simultáneamente en los montes de muchos municipios. Expertos en biomasa forestal, sin embargo, consideran que juntar ambas labores no es lo más deseable y apuntan al mes de julio como la "mejor época" para completar estos trabajos preventivos.
Francisco Dans, presidente de la Asociación Forestal de Galicia, explica que "técnicamente" y en aras de lograr una "mayor eficiencia en las labores de desbroce" julio es el mes que reúne las mejores condiciones porque el material vegetal "empieza a perder vigor" de modo que al ser desbrozado, hay más garantías de que no vuelva a brotar. Además, apunta que en Galicia la "época real" de peligro de incendios son julio, agosto y septiembre, por lo que acometer la limpieza de los montes en julio no supone ningún retraso. No obstante y aunque admite que lo "ideal" sería tener todo el monte gallego desbrozado a 30 de junio, asegura que le parece "bien" que se continúe trabajando de forma preventiva también durante la campaña de riesgo.
La profesora de Ecoloxía forestal Otilia Reyes opina que el objetivo debe ser siempre llegar a la época de mayor riesgo de incendio con el monte limpio para evitar que sea el fuego el que "haga el trabajo". Las condiciones meteorológicas y la evolución de la biomasa, con todo, condicionan cada año el inicio de ese periodo. Además, independientemente de cuándo se declare la campaña de máxima alerta, Reyes avisa de que "bastan dos días secos y con vientos fuertes" para que el riesgo de incendio se dispare por lo que recomienda con carácter general que "cuanto antes se limpie el monte, mejor".
En este sentido, discrepa de la eficacia de proseguir las labores de limpieza una vez iniciada la campaña de verano ya que la presencia de biomasa dispara el riesgo de incendios y por tanto debe ser eliminada antes. No obstante, Reyes, especialista en regeneración vegetal después de un incendio, cree que "desbrozar no siempre es la solución" y advierte de que a pesar de que la limpieza es "necesaria" para prevenir incendios, "hay ciertos ecosistemas que sería preferible no tocar".
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